Cuatro nuevos testigos en el 12ª juicio de lesa humanidad en Córdoba

La audiencia se desarrolló desde las 10, con dos testimonios presenciales y dos vía teleconferencia. Involucraron nuevamente al ex funcionario menemista Julio César Aráoz.

El 12º juicio por delitos de lesa humanidad en Córdoba tuvo este jueves su cuarta audiencia, desde las 10 y transmitida vía Youtube. El proceso oral y público ventila las causas Diedrichs/Herrera, por hechos ocurridos en la provincia entre marzo y septiembre de 1976, durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. 

En la jornada, el tribunal encabezado por Carolina Prado escuchó a cuatro nuevos testigos. Son Estela M. Reyna de Soulier (presencial en sala); Ramón Orlando Arias (presencial en sala); Alejandro D. Román Forastelli y Mirian Claudia Báez (ambos declararon por videoconferencia).

Soulier y Arias son testigos vinculados al caso tratado en la audiencia pasada, por el secuestro y la desaparición de militantes de las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL) 22 de Agosto, y de un bebé de 5 meses que fue torturado antes de ser devuelto a su familia, y que declaró como testigo.

La audiencia comenzó pasadas las 11, con una propuesta del abogado querellante Claudio Orosz: que comparezca como testigo el ministro de Educación de la provincia, Walter Grahovac, moción que fue aceptada por el tribunal. Posteriormente declaró el primer testigo, Arias, quien relató el secuestro de su hermano Miguel «Coqui» Ángel y las gestiones posteriores de sus padres para averiguar el paradero del desaparecido.

En este punto, Arias volvió a involucrar al abogado Julio César Aráoz, ex funcionario de Carlos Menem, ratificando el testimonio de su madre referente a que le habría pedido el nombre de su amigos de su hijo para obtener información sobre él. Y fue más allá, señalando que «en una compraventa que él tenía se reducía el botín de guerra» de la represión ilegal.  

Los estudiantes del Belgrano

En segundo término, Alejandro Román Forastelli relató el secuestro de su hermano Claudio, estudiante del Colegio Manuel Belgrano, en un procedimiento policial en la vivienda familiar que se produjo una madrugada de 1976, cuando recién llegaban de un viaje de paseo a Cuyo.

Desde Costa Rica, donde vive, el testigo aseguró que producido el secuestro su padre interpuso una denuncia en una comisaría cercana y que pidió a La Voz del Interior, donde era corrector de pruebas, que le publicaran un recuadro sobre la desaparición del joven. “Y Luis Remonda, el director, le dijo que él estaba dispuesto a hacer lo que fuera por él o su familia, pero que no le pidiera que hiciera algo que perjudique a la familia de La Voz del Interior”, completó, no sin antes calificar al matutino como “el diario de la dictadura” que “a los pocos días publica el comunicado del asesino Menéndez, del Tercer Cuerpo”.

Román Forastelli aseguró que “a mi hermano lo asesinaron para vengar la muerte del cabo Bulacio, pero a Bulacio no lo mataron los Montoneros (donde Claudio Román militaba) sino la Organización Comunista Poder Obrero”.

“Al asesinato de Bulacio los militares se lo cobraron tres veces, es un absurdo total. Incluso con contradicciones públicas de los mismos militares”, señaló y criticó en reiteradas ocasiones a los magistrados del Juicio a las Juntas, que “en 1985 desestimaron la denuncia policial de mi padre y tomaron como prueba el comunicado de la dictadura que hablaba del enfrentamiento”.

“Es increíble que hayan hecho eso. Hicieron una injusticia extrema, nadie nos exhortó a testimoniar y nunca nos notificaron el resultado por el caso de mi hermano. Queda para la historia argentina esa infamia”, cerró.

El testigo relató también cómo fue el operativo en el Colegio Manuel Belgrano tras el cual secuestran a su hermano, aseguró que el rector Tránsito Rigatuso entregó a la represión listas de estudiantes con militancia social y política y señaló que una sobreviviente de La Perla vio a su hermano con vida en ese centro clandestino de detención.

Mamá, ¿papá va a volver?

En tercer testimonio fue conmovedor. Estela Reyna, esposa de Luis Roberto Soulier, se refirió a la desaparición de su marido y sus cuñados, en operativos ilegales realizados por la dictadura de los que también fueron víctimas su suegro y un sobrino, que sobrevivieron.

La testigo relató el calvario que sufrió a partir de la desaparición de su esposo, docente y militante de las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL) 22 de Agosto y de cómo pudo sobrellevar la situación, con dos hijos muy pequeños y una situación de devastación total.

En esa línea, refirió complicidades con la dictadura de algunos personajes puntuales del colegio Loreto, donde su esposo trabajaba como preceptor, y las innumerables gestiones realizadas en pos de conocer el paradero de sus familiares desaparecidos.

Dos momentos de su relato fueron especialmente conmovedores: cuando contó, por un lado, el estado en el que recibió a su sobrino Sebastián, detenido-desaparecido durante 24 horas y torturado pese a tener 5 meses de edad. Y por el otro, un diálogo mantenido con sus hijos, cuando algunos años después de la desaparición de su marido, decidió contarles qué había pasado.

La cuadra de La Perla

Cerró la jornada de testimonios la ex detenida-desaparecida Miriam Báez, quien relató en el centro clandestino de detención La Perla existía una lista con estudiantes del Colegio Manuel Belgrano, algunos de los cuales ya permanecían allí cautivos. Y señaló que el anteriormente condenado y nuevamente imputado Arnaldo «Chubi» López fue una de las personas que la interrogaba en ese lugar.

Además, dio fe Báez de la permanencia de Claudio Román en ese centro clandestino de detención, ubicado en cercanías de Malagueño.

La testigo dio detalles de la cotidianeidad del centro clandestino, precisó que los secuestrados dormían en la cuadra tirados en colchonetas y relató algunas de las penurias que padecieron durante su estadía en el lugar.

La nómina de acusados en este juicio está integrada por los ex militares Jorge Exequiel Acosta, Ernesto Guillermo Barreiro, Carlos Alberto Díaz, Luis Gustavo Diedrichs, Arturo Emilio Grandinetti, José Hugo Herrera, Carlos Horacio Meira y Héctor Pedro Vergéz; los policías provinciales Calixto Luis Flores, Miguel Ángel Gómez, Yamil Jabour, Alberto Luis Lucero, Juan Eduardo Molina, Fernando Martín Rocha y Carlos Alfredo Yanicelli; y el personal civil de inteligencia Ricardo Alberto Lardone, Arnoldo José López y Emilio Morard.

También estuvo implicado quien fuera el segundo Jefe del Grupo de Artillería 141 de José de la Quintana, Sebastián Gómez Olivera, pero fue apartado del proceso por razones de salud.

La audiencia puede seguirse en vivo por el canal de YouTube del tribunal